FUNDACIÓN VÍCTOR MARÍN - Palacio del Mayorazgo - Arcos de la Frontera, Cádiz - Presentación COLECCIÓN: ENLACE
Como a mí me da tanta vergüenza cuando alguien me pregunta si estoy escribiendo algún libro, me parece que a todo el mundo le pasa lo mismo, así que cuando veía al pintor Carlos Jorkareli en las escalinatas de San Pedro, al lado de mi casa, no se me ocurría preguntarle nada. Me limitaba a saludarle y a dejarle trabajar.
Hoy, y sin
haber tenido que preguntar, sé ya, sabemos todo, lo que estaba haciendo
Jorkareli: creando desde la nada, sacándole al lienzo blanco de la nada todo el
Arcos de la Frontera que los demás no vemos porque lo tenemos demasiado cerca,
porque nos limitamos a transitarlo sin sentirlo. En el blanco está toda la luz,
todo el color, como en la piedra informe están todos los David, y de ese blanco
anterior a todo va sacando el pintor unos leves y contundentes trazos que al
mismo tiempo que crean figuras nos obliga, a los futuros contempladores del
cuadro, a crear también, a completar con la imaginación esa torre altiva que ha
quedado a medio surgir, con una campana velada que, no obstante, está ahí,
sabemos que está ahí, grávida y sonora.
Carlos
Jorkareli, gran retratista – que no se pierda nadie el portentoso retrato que
ha hecho al poeta Cristóbal Romero-, pintor de elegante e intuitivo trazo -cuando
pinta, da la impresión, se despoja de sí mismo y traza desde la intuición,
desde el olvido de todo lo sabido-, engalana ahora la Sala de la Fundación
Víctor Marín con esta colección de calles arcenses, calles vacías, desnudas,
donde el blanco ya no es esa mítica cal de siglos, sino el solar vacío desde
donde se crea un mundo, desde donde surge el Arcos que él ha visto en la blanca
nada. Y ese Arcos es grávido y grácil al mismo tiempo, milenario y actualísimo,
es una columna que desafía al tiempo, un San Pedro de piedra que en su altura
mira al cielo, o una cuesta del Perro que baja y baja, blanca y sola.
Y todo en
acuarela, en aguatinta y grafito, con reproducciones seriadas en Giclée. Carlos
Jorkareli, pintor ejercitado en España y en los Estados Unidos, es hoy uno de
nuestros grandes pintores. Esta colección que ahora presenta, además de un
motivo de regocijo para los amantes de la pintura, puede ser un elemento para
acercarnos a todo el conjunto de su obra, a sus trazos certeros donde no hay
borbotones ni redundancias, sino claridad, luz y altura.
Pedro
Sevilla