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IN DIALOGO es una conversación para ser escuchada y donde se habla
de la Espera que se hace Tiempo y
finalmente Arte.... un ritual donde los asistentes serán también los
participantes y...el idioma en el que está dialogando es
comprensible si se escucha lo que se ve. La naturaleza es equilibrada y casi perfecta, pero no es
Arte. Solo los seres creativos, los
artistas poseídos de algo intangible lo consiguen al interpretarla.
Es el privilegio de
unos pocos.
Serena Fortín trabajó la madera con la tenacidad de una artesana
austera y aplicada. Los procesos son largos hasta que las formas se deciden y
quedan finalmente sometidas y desnudas. Lo tosco se sublimó. Se hizo
insinuación para ser rozada y despertar emociones mórbidas. Recorriendo sus
líneas podemos levitar por los silencios retenidos entre dunas del desierto.
Abstracciones morfológicas que son quiebros del aire que se hacen danza o agua
y cuando se acarician sus obras, la sensualidad que las invade impregnan tus
dedos.
Es una larga
travesía creativa en soledad hasta que
llega el tiempo del DIALOGO….
Carlos Jorkareli,
con una sola
línea precisa sin temblor ni duda, sin posibilidad de rectificación
porque la
técnica del pastel no lo permite, recorre a mano alzada el mapa del
cuerpo
humano plasmando sobre el oscuro papel su volumen y voluptuosidad,
calculando en el recorrido todo el peso de su humanidad. Más tarde con
meticulosidad de neurocirujano pinta hiperrealisticamente fragmentos de
ese
cuerpo y deja insinuado el resto. No es suficiente el virtuosismo genial
de su
ejecución ni el resultado luminoso, intenso y vital de la figura sino
como contrapunto final, desliza una gubia onírica
que transita de norte a sur del papel,
como un barco en una cartografía marina
para dar un arañazo en el viaje del sueño y en el alma de quien observa
la obra.
Cae la última tarde del verano sobre Arcos y lo que aún
queda de luz compite con la otra más
intensa de sus obras, a las que durante horas puedes observar hipnóticamente
como también sucede con las obras de Serena.
Desde que conozco a Carlos nunca le he preguntado que lo
trajo a Arcos como tampoco le preguntaría
porque no está en Roma o Nueva York. Sé por experiencia que la brújula
de los artistas marca los polos a
capricho y algunos aparecen como ángeles caídos y cuando se van si es que se
van, dejan detrás de sí los signos de su paso.
El cubo de su
obra “La esperanza del agua” sigue
devolviendo el líquido que durante años extrajo del pozo. La primera y genial
obra escultórica repleta de símbolos cognoscitivos, diálogo y entendimiento del
artista con la ciudad. Se sabe que la riqueza de los pueblos depende de cómo patrimonialaza
a sus artistas. Ahora Serena Fortín y
Carlos Jorkareli han decidido dialogar silenciosamente en una antigua iglesia
de Arcos. Hay que llegar puntual y escuchar en silencio porque lo que dicen,
bien vale una misa.
Extracto de Presentación:
RAMON PAREJA (Dramaturgo, Director Teatral y Galerista)